Hacete una tostadora de pan con tus propias manos

Antes de nada, quiero comentar que voy a dejar de poner prefijos en las entradas; a qué sección pertenece cada una se verá en la categoría del lateral. Y para ello iniciamos nueva sección que voy a llamar El Grafeno, y que va a consistir en demostrar o explicar lo jodidamente imbéciles que podemos llegar a ser, sin darnos cuenta que o bien nos han puesto una zanahoria delante colgada de un palo –ya sabéis mi afición por los palos y los palitos—o bien se trata de una obviedad tan obvia, que una vez descubierta va a causar muchas risas.

Y el caso que nos ocupa es del segundo tipo. El Inoreader me recolecta una entrada de Microsiervos en la que comentan el intento de un tío por fabricarse una tostadora desde cero con sus propias manos. Echadle un ojo antes de volver aquí, sobre todo al vídeo que enlazan.

No he podido evitar reírme con la entrada, por lo estúpida que es. No la entrada en sí, sino el hecho de intentar fabricarse uno una tostadora en pleno siglo XXI. Luego Avly entra en temas económicos un poco meningíticamente pajeriles.

¿Qué sentido tiene intentar fabricar una tostadora moderna cuando la puedes comprar por 10 euros o menos? Me diréis que porque sí, por si la civilización se acaba y queremos tener una para hacernos nuestro pan tostado… 

En primer lugar, y respecto a las explicaciones económicas: si la sociedad se va a la mierda, que tiene todos los visos de que va a ser así, esas explicaciones son mierda de toro, que diría un estadounidense, básicamente porque no habrá economía tal y como la concebimos ahora mismo.

En segundo lugar, la tostadora descrita es de las más complejas. La que yo tengo no solo tiene menos partes móviles, sino que con un alambre y una chapa se puede hacer: tómese el alambre, enrollese sobre una ramita más o menos recta (ya volveremos sobre la ramita), sáquese la ramita y sujétese la resistencia así construida sobre un taco de madera. Conéctese cada extremo a la alimentación eléctrica y… ¡tachán! Tostadora. Como la que tengo yo en la encimera de mi casa, aunque la mía es más elaborada, y por supuesto comprada y con su interruptor y todo.

Espera, espera, que la civilización se ha ido a la mierda. Jooooder, que no tenemos corriente eléctrica. Pues nada, en el butano de la casa, y encima algo más fácil. Una lámina metálica un poco rugosa o con vetas sobre el hornillo, y si encima le pones dos asitas, mireusté, tiene una carmela de toda la vida.

Qué cosas. No hace falta mucho, la verdad, pero claro, si la civilización se ha ido a la mierda, no tendremos butano en casa, sino una hoguera hecha con palos de madera.

Pues nada, coge usted la rebanada de pan, le mete el palo de antes por detrás a mitad de la rebanada, la coloca vertical y apoyada con el palo encima de una piedra cerca del fuego y la va vigilando.

Os aseguro que el pan tostado así sabe mucho mejor que realizado con cualquier otro medio. Por experiencia. 

Ah, se me olvidaba, otra cosa sería cómo hacer el pan, pero eso quizás lo dejamos para otro momento, aunque usted necesitará ir recogiendo el trigo, agua, la misma fogata de antes, y dos piedras. O para que se la machaque uno o para moler el trigo. 

¿No os dais cuenta de que si la civilización se va a la mierda, lo que menos vamos a necesitar es una tostadora moderna?

Taschen, Taschen (III): El espejo mágico de M. C. Escher

Cuando en la reseña de un libro leo cosas como que esta es una obra imprescindible para comprender…, mi primer pensamiento es que quieren darme gato por liebre y que el libro es uno más de tantos que tratan un mismo tema e intentan hacerse un hueco en el proceloso mundo de lo que quiera que trate, o más bien lo que quiere es dejar un hueco en mi cartera. Pero el caso que nos ocupa no es así. Evidentemente, no es así si quieres conocer, o sientes inquietud, por las composiciones de Escher y te pica el gusanillo, no solo para entender e interpretarlas, sino incluso para saber cómo fueron compuestas.

Si ese es el caso, pues sí, este libro es imprescindible. Y que conste que yo no quiero venderte nada, ni tengo acciones en Taschen, ni me pagan por escribir esto, ni siquiera me importa un ardite (joer, qué culto que soy) si lo compras o no.

Pero lo cierto es que el libro trata, en primer lugar, de la vida de Escher. Es decir, el primer capítulo nos hace una somera composición de su biografía, sin entrar en muchos detalles, pero dándonos las pinceladas necesarias para entender al hombre e intuir cómo empezó todo en su labor artística.

Y de paso, cosa que me mola un montón, les da un buen repaso a los críticos de arte, un repaso con mano suave, pero apretando en la herida hasta hacer sangre y salpicarla por todos lados.

¿De dónde sale este libro? Pues el autor, Bruno Ernst, mantuvo una serie de charlas con el Escher unos meses antes de morir (Escher, no Bruno). Ojo, no es que se supiera que el artista estuviera en las últimas, o al menos el libro no lo indica así, sino que fue una mera coincidencia. Básicamente, el autor le escribió una carta, Escher lo invitó a su casa, y el resultado es este libro, revisado por el propio Escher en la medida en que pudo hacerlo.

A continuación, describe las etapas de la obra de Escher, que viene a ser algo así como destriparlo y volver a componerlo. Sigue describiendo y explicando la composición de algunos de sus trabajos, mostrando bocetos y procesos de composición.

Una cosa que me ha dejado todo loco, aparte de que ahora entiendo e interpreto mucho mejor algunos de los dibujos de Escher, es que el hombre no se cortaba un pelo en hacer recortables de papel, o lo que tocara, recomponerlos y luego volver a dibujar el resultado, como es el caso de la figura del dragón o de las tres esferas, que no son esferas y que me han dejado con el culo completamente torcido, igual que en el caso del dragón que se muerde su propia cola. Pero para entender estos dos grabados, hay que observar los bocetos, y es una de las cosas que vienen explicadas en el libro. 

Pero eso no le quita ni un ápice de valor a los trabajos de Escher; más bien lo que hacen es forzarnos a comprender lo difícil que resulta crear una obra así, aparte de presentarnos (y explicarnos) toda una serie de detalles que quizás no hubiéramos notado por nosotros mismos.

También es cierto que el libro termina siendo un poco prolijo y pesado de más si lo único que quieres es disfrutar la obra del autor, pues a veces peca de introducirse en demasiados tecnicismos que realmente no aportan nada más que explicar el proceso de composición de cada grabado tratado que, repito, no es fácil.

La lectura de este libro me llevó a intentar encontrar algo con la obra completa de Escher, y no solo lo encontré, sino también a muy buen precio, ya que, siendo holandés, y residiendo yo en este país, es bastante fácil encontrar gente deshaciéndose de sus libros por falta de espacio o por lo que sea. 

Por lo tanto, conseguí a precio de derribo M. C. Escher. His life and complete graphic work, que es todavía más tochaco, amplia la biografía del autor, y contiene su catálogo completo… en blanco y negro y con varias fotografías en una misma página. No es el mejor libro para disfrutar a Escher, pero al menos lo tiene todo, o esa es la intención.

De hecho, si queréis disfrutar de imágenes de mayor calidad, el libro de Taschen que describo aquí resulta bastante mejor.

Píldora Procelosa 4: Libraries (Bibliotecas)

La lectura de Libraries de Massimo Listri, mi tercer libro Taschen, me ha deparado una extraña experiencia y una pequeña revelación.

El libro tiene una introducción sobre el significado y la utilidad de las bibliotecas, así como un rápido repaso histórico por ellas, y luego nos presenta, ordenadas por localización geográfica, un montón de ellas, con fotos de altísima calidad. Ojo, nos enseña las bibliotecas, no los libros contenidos en ellas.

La extraña experiencia: todas son iguales o muy similares. Por un lado, están las que parecen cuevas, todas ellas de madera y bellamente talladas, y luego las grandes construcciones marmóreas. Y ya.

La revelación: conforme vamos subiendo de sur a norte geográficamente, las bibliotecas pierden belleza y se van convirtiendo en meros establos de libros.

Y también os digo una cosa: vista una, vistas todas.

(Por cierto, hay dos muy salerosas en las que algunos de los balcones del piso superior quedan sostenidos por las espaldas sendas figuras humanas padeciendo el peso de estos, y de hecho dos de ellas parecen hablar entre sí).

Píldora Procelosa 3: Asimov’s Mayo-Junio 2023

Anoche terminé la revista del título (no anoche de anoche, sino el anoche de cuando escribí esto hace unos meses), y el resumen es meh tirando a menos. No termino de entender esta increíble carencia de calidad en las revistas de ciencia ficción. No solo se trata del Asimov’s, sino que el Analog SFF adolece el mismo problema todavía más, hasta el punto de resultar historias insustanciales y sin contenido alguno.

Y a eso hay que añadir el afán enseñador de las historias, como si el lector fuera imbécil y no tuviera la imaginación suficiente para recrear en su mente la diversa cacharrería y tecnología, descrita con excesivo detalle.

Parece como si hubiéramos vuelto a los inicios del género, cuando Gernsback y otros exigían plenas descripciones y detalles gadgetícos antes que una historia en condiciones.

O, como decía Sturgeon, el 99 de cualquier cosa es basura.

Píldora Procelosa 2: Las mierdosidades de las tiendas de aplicaciones

[Juraría que esta entrada ya había sido publicada y que incluso tenía comentarios. Republico y estaré al loro]

Ya sabéis que me estoy quitando… de Apple, o lo intento. Las razones las tenéis todas en mis audios de Leña al mono que es de goma (también en Spotify y en la Red de Sospechosos Habituales – Feed).

Como usuario atípico de tabletas, a veces encontrar lo que uno quiere está resultando bastante difícil, cosa que para nada ayuda la increíble pobre gestión de la tienda de aplicaciones de Android.

Poned la palabra PDF en el cajetín de búsqueda en la Store. ¿Os aparecen un montón, pero un montón de visores, anotadores, compositores y un largo etcétera de aplicaciones para manejar PDFs con fondo rojo? Pues todas son una basura, creadas por la misma empresa bajo diferente nombre. Hay que bucear a fondo para encontrar alguna joyita, de la que os iré informando.